/Cuando míster Hiram B. Otis,/ ministro/ de los Estados Unidos/ de América,/ compró Canterville Chase,/ todo el mundo/ le dijo/ que cometía/ una gran locura,/ porque la finca/ estaba embrujada./ Hasta el mismo/ lord Canterville,/ hombre muy honrado,/ se lo advirtió/ a míster Otis,/ cuando discutieron/ las condiciones/ de la venta./ Nosotros mismos,/ dijo lord Canterville,/ nos hemos negado/ a vivir/ en ese sitio/ desde la época/ en que mi tía abuela,/ la duquesa de Bolton,/ tuvo un ataque/ de nervios,/ del que nunca/ se repuso por completo,/ debido al espanto/ que sufrió/ al sentir/ que las manos/ de un esqueleto/ se posaban/ sobre sus hombros,/ cuando se estaba/ vistiendo/ para ir a cenar./ Tengo el deber/ de decirle,/ míster Otis,/ que el fantasma/ ha sido visto/ por varios miembros/ de mi familia,/ que viven actualmente;/ también por el rector/ de la parroquia./ Después de lo ocurrido/ a la duquesa,/ ninguna de las doncellas/ quiso quedarse/ en la casa/ y lady Canterville/ no pudo ya/ volver a conciliar/ el sueño/ debido a los ruidos/ misteriosos/ que llegaban/ del corredor/ y de la biblioteca./ Milord,/ respondió el ministro,/ también me quedaré/ con los muebles/ y el fantasma./ Vengo de un país moderno,/ en el que/ podemos tener todo/ cuanto el dinero/ es capaz de comprar/ y estoy seguro/ de que si queda todavía/ un verdadero fantasma/ en Europa,/ vendrán a
buscarlo/ enseguida/ para colocarlo/ en uno de nuestros museos/ o para pasearlo/ por los caminos/ como un fenómeno./ Me temo/ que el fantasma existe,/ dijo lord Canterville,/ sonriendo,/ aunque quizá/ se resista/ a las ofertas/ de los empresarios/ para convertirlo/ en un artista./ Hace más/ de tres siglos/ que se le conoce./ En concreto,/ desde 1574,/ y nunca deja de mostrarse/ cuando está/ a punto de ocurrir/ alguna muerte/ en la familia./¡Bah! Los médicos/ de cabecera/ hacen lo mismo,/ lord Canterville./ Amigo mío,/ un fantasma/ no puede existir/ y no creo/ que las leyes/ de la Naturaleza/ admitan excepciones/ en favor/ de la aristocracia/ inglesa./ Está bien, míster Otis/si a usted le gusta/ tener un fantasma/ en su casa,/ mejor que mejor./ Acuérdese/ únicamente/ que yo ya se lo avisé./ Algunas semanas después/ se cerró el trato,/ y a finales de mes,/ el ministro/ y su familia/ emprendieron el viaje/ hacia Canterville Chase./