Cuando vio/ a Mary,/ el joven/ se dirigió a elle/ con voz suave./¡No te muevas!/ le dijo,/o los asustarás./ Al oírlo/ ella se quedó/ muy quieta./ El dejó de tocar/ y se levantó/ con suavidad,/ como si no quisiera/ moverse./ Entonces,/ la ardilla corrió/ hacia los matorrales,/ el elegante faisán/ volvió la cabeza/ y los conejos/ saltaron lejos,/ pero ninguno/ de los animales/ parecía asustado./ Soy Dickon,/ se presentó el joven./ Y tú debes ser/ la señorita Mary/ estrechándole/ la mano./ Mary nunca/ había tratado/ con otros niños/ y le estrechó/ la mano,/ pero le habló/ con frialdad/ a pesar que/ le habría encantado/ poder hablarle/ con naturalidad./ ¿Has recibido / la carta  de Marta?/ le preguntó Mary./ Por eso mismo/ he venido,/ asintió el joven/ moviendo su cabeza./ Aquí tengo/ las herramientas/ que me pediste,/ y le entregó/ un paquete/ a la joven./¿Podrías mostrarme/ las semillas?/ pidió Mary./ Al acercarse,/ ella notó/ que él olía/ a hierba fresca,/ a pasto y a hojas./ A Mary le gustó/ y al mirarlo/ más de cerca,/ se olvidó/ de su mal genio./ Se sentaron/ sobre un tronco/ y esparcieron/ todos los paquetes/ de semillas/ con los dibujos/ de las flores,/ mientras Dickon/ le explicaba/ los nombres/ y le explicaba/ si eran fáciles/ de cultivar./ Las amapolas/ son preciosas/ y crecen/ con sólo silbarles./ De repente/ se calló/ y volviendo/ su cara sonriente,/ hacia los árboles/ preguntó:/ ¿Dónde está/ el petirrojo/ que nos llama?/¿De verdad/ que nos llama?/ se sorprendió Mary./ Por supuesto,/ contestó Dickon/ como si fuera/ lo más natural/ del mundo./ El está llamando/ a su amigo/ y le dice:/ Aquí estoy,/ en lo alto/ del árbol,/ mírame,/ quiero conversar./¿De quién/ es el pájaro?/ Es de Ben Weatherstaff,/ pero creo/ que a mí también/ me conoce./¡Por supuesto/ que te conoce/ y le gustas!/ dijo Dickon/ con voz suave./ El se acercó/ al matorral/ e hizo sonidos/ casi iguales/ a los del petirrojo;/ éste contestó/ como si respondiera/ a su pregunta./ Me dice/ que es tu amigo./¿Tú crees que lo es?/ preguntó Mary./ No se acercaría/ si no fuera/ tu amigo/ y le gustaras,/ contestó/ Dickon./¿Entiendes todo/ lo que dicen/ los pájaros?/ preguntó Mary./ Dickon sonrió/ al mismo tiempo/ que se frotaba/ su áspera cabeza./ Creo que sí/ y además creo/ que ellos también/ me entienden,/ le explicó Dickon./ He vivido/ tanto tiempo/ en el páramo/ que me siento/ como si fuera/ uno de ellos./ Volvió/ a sentarse/ a su lado/ y continuó/ explicándole/ la manera/ de plantar/ las flores,/ mirarlas/ y alimentarlas./ Si tú quieres,/ te las plantaré,/ le propuso Dickon./