/¿Qué es lo que/ el doctor James Mortimer,/ el médico,/ desea obtener/ de Sherlock Holmes,/ el detective?/ ¡Adelante!/ El aspecto/ de nuestro visitante/ fue una sorpresa/ para mí,/ dado que esperaba/ al típico/ médico rural/ y me encontré/ a un hombre/ muy alto/ y delgado,/ de nariz larga/ y ganchuda,/ disparada/ hacia adelante/ entre unos ojos grises/ y penetrantes,/ muy juntos,/ que centelleaban/ detrás de unas gafas/ de montura dorada./ Vestía de acuerdo/ con su profesión,/ pero de manera/ un tanto descuidada,/ porque su levita/ estaba sucia/ y los pantalones,/ raídos./ Cargado de espaldas,/ aunque todavía joven,/ caminaba/ echando la cabeza/ hacia adelante./ Al entrar,/ sus ojos tropezaron/ con el bastón/ que Holmes/ tenía entre las manos,/ por lo que/ se precipitó/ hacia él/ lanzando una exclamación/ de alegría./¡Cuánto me alegro!/ exclamó./ No sabía/ si lo había dejado aquí/ o en la agencia/ marítima./ Sentiría mucho/ perder ese bastón./ Un regalo,/ por lo que veo,/ dijo Holmes./ Así es./¿Del hospital/ de Charing Cross?/ De uno o dos amigos/ que tenía allí,/ con ocasión/ de mi matrimonio./¡Vaya, vaya!/¡Qué contrariedad!/ dijo Holmes,/ agitando la cabeza./ ¿Cuál es la contrariedad?/ Tan sólo/ que ha echado usted/ por tierra/ nuestras modestas/ deducciones./¿Su matrimonio,/ ha dicho?/ Sí, señor./ Al casarme/ dejé el hospital/ y con ello/ toda esperanza/ de abrir una consulta./ Necesitaba un hogar./ Bien, bien;/ no estábamos/ tan equivocados/ después de todo,/ dijo Holmes./ Y ahora,/ doctor James Mortimer…/ No soy doctor;/ tan sólo un modesto/ médico residente./ Y una persona/ amante de la exactitud,/ por lo que se ve./ Un simple aficionado/ a la ciencia,/ señor Holmes,/ coleccionista de conchas/ en las playas/ del gran océano/ de lo desconocido./ Imagino/ que estoy hablando/ con el señor Sherlock Holmes…/ No se equivoca;/ yo soy Sherlock Holmes/ y éste es mi amigo,/ el doctor Watson./ Encantado de conocerlo,/ doctor Watson./ He oído mencionar/ su nombre junto/ con el de su amigo./ Me interesa usted mucho,/ señor Holmes./ No esperaba encontrarme/ con un cráneo/ como el suyo./¿Le importaría/ que recorriera/ con el dedo/ el hueso que está/ debajo sus cejas?/ Un molde de su cráneo,/ señor mío,/ hasta que pueda/ disponerse/ del original,/ sería el orgullo/ de cualquier museo/ antropológico./ Confieso/ que desearía tener/ su cráneo./ Sherlock Holmes/ hizo un gesto/ con la mano/ para invitar/ a nuestro extraño/ visitante/ a que tomara asiento./