/Ésa es la historia,/ hijos míos,/ de la aparición/ del sabueso/ que según se dice,/ ha atormentado/ tan cruelmente/ a nuestra familia/ desde entonces./ Lo he puesto/ por escrito,/ porque lo que se conoce/ con certeza/ causa menos terror/ que lo que sólo/ se insinúa o adivina./ Como tampoco/ se puede negar/ que son muchos/ los miembros/ de nuestra familia/ que han tenido/ muertes desgraciadas,/ con frecuencia repentinas,/ sangrientas/ y misteriosas./ Os aconsejo,/ como medida/ de precaución,/ que os abstengáis/ de cruzar el páramo/ durante las horas/ de oscuridad/ en las que triunfan/ los poderes del mal./ El doctor Mortimer/ terminó aquella/ extraña narración,/ se alzó las lentes/ y se quedó mirando/ a Sherlock Holmes./ Este último bostezó/ y arrojó al fuego/ la colilla del cigarrillo/ que había estado/ fumando./ ¿Y bien? dijo./ ¿Le parece interesante?/ Para un coleccionista/ de cuentos de hadas./ El doctor Mortimer/ se sacó del bolsillo/ un periódico doblado./ Ahora, señor Holmes,/ voy a leerle/ una noticia reciente./ Es un breve resumen/ sobre la muerte/ de Sir Charles Baskerville,/ ocurrida pocos días antes./ Nuestro visitante/ se ajustó las gafas/ y comenzó a leer:/ El fallecimiento/ repentino/ de Sir Charles Baskerville,/ ha entristecido/ a todo el condado./ Si bien Sir Charles/ había residido/ en la mansión/ de los Baskerville/ durante un breve periodo/ de tiempo,/ su simpatía /y su generosidad/ le ganaron el afecto/ y el respeto/ de quienes lo trataron./ Todos sus planes/ de mejora/ han quedado/ trágicamente/ interrumpidos/ por su muerte./ Las columnas/ de este periódico/ se han hecho eco/ con frecuencia/ de sus generosas/ donaciones/ a obras caritativas./ La investigación/ efectuada/ no ha aclarado/ por completo/ las circunstancias/ de la muerte de Sir Charles./ Pero no hay razón alguna/ para sospechar/ que se haya cometido/ ningún delito,/ ni para imaginar/ que el fallecimiento/ no se deba/ a causas naturales./ A pesar de su fortuna,/ sus gustos eran/ muy sencillos/ y contaba únicamente,/ para su servicio personal,/ con el matrimonio/ apellidado Barrymore:/ el marido/ era el mayordomo/ y la esposa,/ el ama de llaves./ Su testimonio/ ha servido para aclarar/ que la salud/ de Sir Charles/ empeoraba/ desde hacía algún tiempo/ y de manera especial,/ sufría una afección/ cardíaca/ que le producía/ palidez, ahogos/ y ataques agudos/ de depresión nerviosa./ Sir Charles/ tenía por costumbre/ pasear todas las noches,/ antes de acostarse,/ por el famoso paseo/ de la mansión/ de los Baskerville./ Tenía intención/ de emprender viaje/ a Londres/ al día siguiente/ y encargó a Barrymore/ que le preparase/ el equipaje./ Aquella noche salió/ como de costumbre/ a dar su paseo/ nocturno,/ durante el cual/ solía fumar/ un cigarro habano,/ pero nunca regresó./