/En mala hora/ me embarqué/ el primer día/ de septiembre/ del año 1659,/ el mismo día/ en que ocho años antes,/ había abandonado/ la casa de mis padres/ en Inglaterra,/ actuando/ como un rebelde/ ante su autoridad/ y como un idiota/ ante mis propios/ intereses./ Nuestra embarcación/ llevaba/ en esta ocasión/ como ciento veinte/ toneladas de peso,/ seis cañones/ y catorce hombres/ aparte del capitán,/ de su mozo y yo./ No llevábamos/ demasiados bienes/ a bordo,/ solo las chucherías/ necesarias/ para negociar/ con los negros,/ tales como cuentecillas,/ trozos de cristal,/ caracoles/ y cacharros viejos,/ en especial,/ pequeños catalejos,/ cuchillos, tijeras,/ y otras cosas/ por el estilo./ El mismo día/ que subí a bordo/ zarpamos hacia el norte,/ siguiendo la costa/ rumbo a tierras/ africanas/ hasta los diez/ o doce grados/ de latitud norte,/ que era la ruta/ que al parecer,/ se seguía en esos días./ Nos hizo/ muy buen tiempo,/ aunque mucho calor,/ mientras bordeamos/ la costa/ hasta llegar/ al cabo de San Agustín./ A partir de entonces,/ comenzamos/ a meternos/ mar adentro/ hasta que/ perdimos de vista/ la tierra./ Siguiendo este rumbo,/ tardamos casi doce días/ en cruzar la línea/ del ecuador/ cuando un violento/ tornado o huracán,/ nos dejó totalmente/ desorientados./ Comenzó a soplar/ y nos acometió/ con tanta furia,/ que durante doce días/ no pudimos hacer más/ que ir a la deriva/ para huir de él/ y dejarnos llevar/ a donde el destino/ y la furia del viento/ quisieran llevarnos./ Durante esos/ doce días/ estuve convencido/ que el mar/ nos tragaría/ y a decir verdad,/ ninguno/ de los tripulantes/ que estaba a bordo/ esperaba/ salir de allí/ con vida./ En esta angustiosa/ situación,/ mientras padecíamos/ el terror de la tormenta,/ uno de nuestros hombres/ murió de fiebres/ y el mozo del capitán/ y otro de los marineros/ cayeron al mar/ por la borda./Hacia el duodécimo día,/ cuando el tiempo/ se había calmado/ ya un poco,/ el capitán intentó/ fijar la posición/ del barco/ lo mejor que pudo,/ y se dio cuenta/ de que estábamos/ en la parte norte/ de Brasil,/ más allá/ del río Amazonas,/ hacia el río Orinoco./ Comenzó a consultarme/ qué rumbo debíamos seguir,/ pues el barco/ había sufrido/ muchos daños/ y le estaba/ entrando agua,/ y él quería regresar/ directamente/ a la costa de Brasil./ Mi opinión/ era totalmente opuesta/ a la del capitán./