/El pirata no habló./ Se levantó/ bruscamente,/ estaba realmente/ muy enfadado./ Su frente/ se había contraído,/ de sus ojos salían/ relámpagos de luz/ tenía los labios/ muy apretados./ Era el jefe/ supremo/ de los feroces/ piratas/ de la isla/ de Mompracem;/ el hombre/ que libraba/ terribles batallas/ en todas partes;/ el hombre/ cuya audacia/ y valor/ le valieron/ el apodo/ de Tigre/ de la Malasia./ Yañez, dijo:/ ¿qué hacen/ los ingleses/ en la ciudad/ de Labuán?/ Se fortifican./ Quizás traman/ alguna acción/ contra mí./ Sinceramente,/ eso creo./ ¡Que se atrevan/ a levantar un dedo/ contra mi isla/ de Mompracem!/ ¡Que prueben/ a desafiar/ a los piratas/ en su madriguera!/ El Tigre/ los destruirá./ Dime lo que sepas,/ ¿qué dicen de mí?/ Que es hora/ de acabar contigo./ ¿Me odian mucho?/ Los ingleses/ te odian tanto/ que perderían/ todos sus barcos/ con tal de poder/ ahorcarte./ Hermanito mío,/ ya lo sabes;/ desde hace ya/ muchos años/ vienes cometiendo/ multitud de fechorías./ Todas las costas/ de este país/ tienen malos recuerdos/ de tu persona;/ todas sus aldeas,/ aún las pequeñas/ han sido saqueadas/ por tus piratas;/ todos los fuertes/ tienen señales/ de tus balas/ e incluso/ el fondo del mar/ está lleno/ de barcos/ que has hundido./ Es verdad,/ tienes razón,/ ¿pero de quién/ ha sido la culpa?/ ¿Los hombres blancos/ han sido mejores/ que nosotros?/ ¿No me destronaron / con el miserable/ pretexto/ de que me hacía/ demasiado poderoso?/ ¿No asesinaron ellos/ a mi madre,/ a mis hermanos/ y hermanas?/ ¡Ahora no puedo/ sino odiarles/ y me vengaré/ de ellos/ sea como sea!/ ¡Así lo juro/ por siempre!/ A la mañana siguiente/ y antes de amanecer,/ Sandokan se alejó/ de la casa/ dispuesto a realizar/ el atrevido proyecto/ que había ideado:/ se dirigía a Labuan, / a ver a la muchacha/ de los cabellos de oro./ Iba vestido/ con traje/ de guerra;/ calzaba botas/ de cuero rojo;/ llevaba una casaca/ de terciopelo/ también rojo/ y unos anchos/ pantalones/ de seda azul./ En la bandolera/ portaba una carabina/ de cañón largo;/ a la cintura,/ una cimitarra/ con empuñadura/ de oro/ y también un puñal/ de hoja envenenada,/ arma favorita/ de los pueblos/ que habitaban/ la zona./ Se detuvo/ un momento/ en el borde/ de la alta roca,/ con su mirada/ de águila/ recorrió/ la interminable/ superficie del mar/ y la detuvo/ en dirección/ a Oriente./ Lentamente/ descendió/ por una estrecha/ escalera/ que conducía/ a la playa./ Abajo lo esperaba/ su amigo Yánez./